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#Día86 de Cuarentena: Hagamos Pan de Molde

La cuarentena nos ha afectado a todos de diversas maneras, pero no quisiera hablar de un tema triste, sino mas bien de las cosas curiosas que algunos hemos comenzado a hacer en los ratos libres debido a que no podemos salir, hay quienes tienen reuniones o hasta fiestas por videollamada, otros han vuelto al vicio de los videojuegos, otros se vieron todos los capítulos de Netflix que tenían pendientes, otros han desempolvado el monopolio (o su cuenta de Tinder) y bueno a mí se me dio por aprender a hacer pan.

El motivo es sencillo, nos meten miedo todos los días sobre el riesgo de contagio que ahora soy “la loca lejía” en casa y ando desinfectando todo a cada rato y pues el pan no se puede desinfectar y como a mí me gusta tanto, decidí aventurarme a hacerlo.

Como siempre, buscar recetas en internet es agotador. Hay tantas que no sabes a quién seguir y solo queda usar la intuición repostera (y también pisar la realidad de ingredientes que jamás vas a conseguir) para elegir una receta y pues probar. Felizmente no he tenido tantas decepciones en esta aventura, me ha ido regular y estoy contenta, debo decir que para hacer pan hay que tener bastante paciencia para esperar tiempos larguitos mientras reposa, pero lo mejor de hacer pan casero es ese aroma celestial que sale cuando se está horneando y que inunda toda la casa, es buenazo, es tremendo, me transporta totalmente a aquella hora del lonche con mis abuelos cuando niña, y luego, la satisfacción de comer un pan caliente hecho por una misma es una felicidad plena. Lo recomiendo a mil.

Recién estoy aprendiendo a hacer algunas recetas pero me gustaría compartir lo poquito que sé de lo que me ha gustado y espero le sirva a alguien. Hoy opté por hacer pan de molde y aunque nunca he sido fan del que venden en las tiendas, (no sé bien por qué, seguro por el precio) debo decir que este pan tiene un sabor muy bueno y no se parece en nada a los comerciales.

Como ya había comentado, me gusta tener los ingredientes listos en la mesa y así no me atolondro en estar midiendo y mezclando a la vez.

¡Ingredientes listos!

Les dejo la lista de ingredientes haciendo una advertencia: yo uso cucharas y tazas medidoras de repostería en todo lo que hago y para los líquidos como la leche uso una jarrita medidora. Así tengo las medidas exactas.

Ingredientes

  • 500 gr de harina común – sin preparar
  • 1.5 cucharaditas de Levadura seca
  • 300 ml de leche tibia (1 y 1/3 tazas aprox.)
  • 2 cucharaditas de sal
  • 2 cucharaditas de azúcar
  • 1 cucharada de miel
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de aceite

Opcional:

  • Yema de huevo
  • Ajonjolí

Y bueno, si vamos a hacer pan de molde, ¿qué creen que es lo que no puede faltar? Exacto, Watson: El molde.

Medidas de mi molde

El chiste del pan de molde es la forma rectangular que tiene y que puede cortarse en tajaditas. Tenía hace tiempo muchas ganas de hacer este pan así que me conseguí un molde simple y medianito que me ha resultado super bien y encima es antiadherente, un encanto. Mide en el fondo 21 cm de largo y en el borde unos 27 cm de largo. Les digo las medidas para que se hagan la idea del tamaño que sale con esta receta. Probablemente para un pan más grande se necesitarán otras cantidades pero yo estoy super feliz con estas medidas, me es suficiente.

En fin, para hacer pan casi siempre sigo el mismo procedimiento que les voy a compartir: utilizo un recipiente lo suficientemente grande para mi masa y allí coloco la harina y hago un agujero en el centro.

Aparte se diluye la levadura en la leche tibia y una vez mezclada, se vierte de a pocos en el agujero de la harina y se revuelve despacio con una cuchara para ir integrando la harina con el líquido y así en esa especie de “pocito” se van agregando uno a uno los ingredientes excepto el aceite y la sal.

Todo lo mezclo en el agujero.

Luego ya con la cuchara se va mezclando todo y cuando tengan una mezcla más o menos integrada, ya dejan la cuchara y siguen integrando con la mano para después agregar la sal y el aceite y luego con las dos manos se va ayudando a formar una masa bien integrada donde ya no se perciban granitos de sal ni de azúcar y el aceite ya haya sido absorbido.

Sal y aceite al final

Lo que sigue es echar un poco de harina a la mesa y volcar allí la masa cuidando que no quede restos en el recipiente y se comienza a amasar con ganas. Es mi parte favorita porque una ve cómo de la nada se va creando una textura parejita y bonita con solo el movimiento. Hay muchas formas de amasar pero lo que suelo hacer es estirar/levantar un poco la masa y doblarla hacia adentro y repetir eso una y otra vez hasta que darme cuenta que ha tomado cuerpo y la superficie queda pareja.

No tengo videos del amasado pero encontré unos gif que pueden servir de referencia.

Amasado
Más o menos así se da la forma de bola.

Finalmente le doy forma de bola.

Listo para reposar

Con un chorrito de aceite y con la ayuda de la yema de los dedos se engrasa el recipiente donde se hizo la mezcla y también se engrasa un poquito la bola. Para que no se pegue y se la deja ahí reposar, cubierta, yo usé una bolsa que corté pero si tienen ese plástico film de cocina sería más que genial. Encima la cubro con un mantel o secador de cocina para que esté más “abrigada” y ahí la dejo tranquila para que la levadura haga su magia.

Cubrir y esperar a que crezca

El tiempo de espera es variable, eso depende mucho del clima y la temperatura del ambiente, a mí me tomó 1 hora y media. Le quito el plástico y wow!! Magia!! Crece al doble de su tamaño o tal vez más.

Yeeei!

Lo que toca ahora es engrasar con un poquito de aceite el molde y echar un poquito de harina a la mesa limpia para allí volcar otra vez la masa (si estuvo engrasada no tendrá problemas para caer) y con los dedos comiencen a “pinchar” para quitarle todo el aire y desinflarla (sí, hay que desinflarla, no se pongan tristes no se va a morir) que no quede ningún globito.

Pinchar

Luego de eso se estira tratando de darle forma de rectángulo y cuidando que el ancho de ese rectángulo mida casi lo mismo que los 21 cm del molde. Si gustan usan un rodillo pero yo lo hago con la mano nomás, no tiene que quedar perfecto.

Formar rectángulo

Después enrollan con cuidado ese rectángulo y les quedará un rollito que calzará exacto en el molde, (si quedó un poco largo solo doblan las puntas hacia abajo) lo acomodan derechito y lo aplanan un poco con la palma de la mano para que cubra bien el piso del molde. La masa no debe llenar más de la mitad del molde. Y nuevamente lo cubren bien con plástico y/o tela y lo dejan reposar, no ajusten el plástico porque la masa necesitará espacio y libertad para crecer.

Otra vez el tiempo es variable, yo esperé 2 horas y al descubrirlo: Magia pura, señores!

🤩

¿No es hermoso? Ahora es momento de prender el horno y ponerlo a precalentar a 200° (fuego medio-bajo) por unos 15 minutos, mientras calienta pueden esparcir un poco de yema de huevo con los dedos sobre el pan pero MUY PERO MUY DESPACIO porque lo pueden pinchar y adiós! Si tienen brochita de silicona para aplicar la yema genial, pero igual se debe hacer muy despacito. Aparte le espolvoreé unos granitos de ajonjolí.

😻

Pasados los 15 minutos, bajan el horno a 180°C y hornean el pan por unos 25 minutos aprox. (o hasta que dore) y recuerden ponerlo a cierta altura, por encima del piso del horno, yo suelo poner la rejilla en el penúltimo nivel.

Para desmoldar este molde no me hace problemas y lo engraso bien, pero siempre hay que despegar las paredes con el dorso de un cuchillo de mesa para no dañar ni el molde ni el pan.

Lo amo.

Y Dios mío, ¡¡lo amé totalmente!!  salió enorme y con una miga blanquita, suave y la casa olía a familia feliz. 😄

2 respuestas a “#Día86 de Cuarentena: Hagamos Pan de Molde

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